✍ Carta de principios

PREÁMBULO

Son muchas las reflexiones que nos han llevado a embarcarnos en una experiencia de estas características, a organizarnos y a buscar alternativas económicas para satisfacer nuestras necesidades. En pocos meses y tras mucho hablar y debatir, estamos construyendo entre todas una experiencia de autogestión y horizontalidad, una manera de relacionarnos con la tierra distinta y rica, un modo de generar alimentos sanos, nutritivos y trabajados por nosotros y por nosotras.

Partimos de la necesidad fundamental de organizarnos como personas, no como consumidoras, por ello, creemos que cualquier alternativa ha de pasar por vernos y reconocernos como tales, respetándonos y creando una amplia red de confianza que nos lleve a apoyarnos fuera de un sistema capitalista donde sólo se prima el valor del dinero y la explotación de la Naturaleza. En un sistema donde el dinero es un bien más con el que especular, que podemos comprar y vender; sentimos el impulso de buscar una economía que se base en la confianza y en la ayuda mutua, donde el “dinero” adquiera un valor únicamente de intercambio.

Así nació la Red de Trueque de Córdoba “Kotruco”, de la que partimos para una experiencia posterior más centrada en la alimentación. Kotruco sirvió para que las personas que íbamos acercándonos reflexionáramos sobre nuestro consumo y en cómo hacer para ser más felices sin matar el planeta en el intento. Sobre todo sirvió para que nos conociéramos, para que supiésemos que no estábamos solas y que podríamos apoyarnos en el momento en que alguien lo pidiera.

Algunas personas, además, hemos conocido experiencias de autogestión en pueblos y aldeas, así como cooperativas de consumo por todo el Estado organizadas de formas muy diversas. La agroecología, como movimiento social a la vez que político e intelectual, ha estado presente en muchos de los colectivos de los que formamos parte, entendiendo que la relación campo-ciudad ha de modificarse, ruralizando un poco la ciudad, contra la especulación y la urbanización del campo. Hemos de recuperar el saber campesino y revalorizar una agricultura que nos dé la vida, así como las gentes que aún viven de ello y que se resisten al modo de operar de la agricultura intensiva, que está acabando con nuestros campos y la belleza del mundo rural, con monocultivos y máquinas. Creemos que el campo nos da la vida, la tierra es la vida y hemos de respetar los ciclos naturales si queremos que nos entregue alimentos.

Ya viene siendo habitual el escuchar discursos en torno a la alimentación, la crisis alimentaria y la necesidad de trabajar con el objetivo de la seguridad y la soberanía alimentarias. En muchos lugares de este planeta se están organizando grupos de personas que muestran preocupación ante la crisis de alimentos que sufrimos, en algunos debido a la dificultad de obtenerlos; en otros, por la sobredosis de alimentos contaminados de agroquímicos y de otras sustancias que llegan a nuestros platos como antibióticos, metales pesados, sustancias plásticas, etc. Ha ocupado muchas horas en diversos noticieros el llamado “mal de las vacas locas” o los pollos con dioxinas, aunque hay mucho más que no nos cuentan y a lo que diariamente estamos expuestas muchas personas en el mundo. Plaguicidas como el DDT siguen hoy almacenados en la grasa de las focas y también en la leche materna que le damos a nuestros hijos, aún habiéndose prohibido su uso desde hace años. Son muchos los pesticidas que se utilizan y que, a día de hoy, se desconocen sus efectos a largo plazo. Comemos a diario productos transgénicos sin que se nos informe de ello. En cambio, cada producto que ha sido cultivado siguiendo prácticas respetuosas con el medio, tradicionales y sin agrotóxicos, ha de ser etiquetado y, por supuesto, vendido en el mercado a precios prohibitivos para muchas personas que no pertenecen a la élite del mundo rico. Resulta paradójico que tengan que ser los productos saludables los que se etiqueten e identifiquen y, sin embargo, los que perjudican nuestra salud y la del planeta sigan siendo los que entran en el mercado como “normales”. Quizá deberíamos exigir que en las etiquetas de estos “alimentos” se nos informe del contenido de metales pesados, residuos de plaguicidas, entre otros, que llevan y que se lea bien: “procede de una agricultura TÓXICA”.

Por todo ello, algunas personas muy sensibilizadas con estos temas, comenzamos a pensar en cultivar para el autoabastecimiento y organizar una alternativa económica que respondiera a nuestras necesidades fundamentales, una organización con base agroecológica, donde se priorizaran las relaciones sociales más que las puramente económicas y se buscara otra forma de relacionarnos con nuestro entorno natural desde la ciudad en que vivimos. El colectivo Agroecológico “Huerta la Acequia” es un colectivo de personas que vela por el medioambiente de esta ciudad, por la calidad de vida de las personas que la estamos construyendo y por todas aquellas que quieran enredarse en este sueño de confianza y ayuda mutua.

En consonancia con el modelo de organización anteriormente descrito, donde se priorizaran las relaciones sociales frente a las puramente económicas, se consensúa un modelo económico alternativo a las relaciones establecidas en la económica clásica. La brecha fundamental que existe entre este modelo y el convencional en el que nos vemos inmersas, es que existe una fuerte vinculación entre los aspectos sociales, ecológicos y económicos. Estos tres componentes se integran en un modelo basado en la confianza, donde no se produce un intercambio directo entre capital monetario y un producto. Este sistema económico se sustenta en una cuota mensual por cada unidad de productos o cesta (estimada para dos personas). Debemos recalcar que dicha cuota no responde al valor de los productos en el mercado convencional, sino cubre las necesidades económicas del proyecto, asegurando su sostenibilidad.



OBJETIVOS

  • Crear una red de producción y consumo de alimentos con continuidad en el tiempo, basada en un modelo económico, centrada en el respeto al ambiente y a los ciclos naturales.
  • Promover y conservar la función productiva agroecológica de la tierra en el área periurbana de la ciudad de Córdoba.
  • Educar y concienciar sobre la problemática ambiental, económica y social asociada a los procesos de producción y consumo.
  • Fomentar una dieta saludable con base en hortalizas y frutas frescas de temporada.
  • Desarrollar un espacio social entre personas en la ciudad de Córdoba que fomente iniciativas transformadoras y creativas.


PRINCIPIOS

  1. Principio de confianza y solidaridad mutua
    Fomento de las relaciones sociales y humanas basadas en la confianza y solidaridad mutua, y que engloba la corresponsabilidad solidaria, la cooperación y ayuda mutua y la construcción de una alternativa social.
  2. Principio de amor y respeto a la naturaleza (personas, animales, plantas y tierra)
    Engloba la no explotación de personas, el no uso de agrotóxicos ni transgénicos.
  3. Principio de economía alternativa
    Concebir la economía como instrumento y nunca como fin al servicio de otras relaciones humanas, y que engloba la utilización de sistemas alternativos de relaciones económicas, refuerzo de la soberanía alimentaria (rescate de semillas tradicionales), consumo responsable, crítico y solidario, fortalecimiento de redes locales de producción, vinculación con otras experiencias económicas alternativas, etc.
  4. Principio de autonomía organizativa
    Se concreta en nuestra determinación de independencia de cualquier otra entidad política, social o económica, institucional o ciudadana. Pero también en la autoorganización en grupos de consumo.
  5. Principio de consenso en la toma de decisiones



DESCRIPCIÓN

La Acequia está conformada por “grupos de consumo”, que se reúnen mensualmente en una asamblea general. Cada grupo de consumo tiene un funcionamiento autónomo, toma decisiones sobre su organización y funcionamiento, y comparte responsabilidades respecto al resto de la Acequia.

Cada grupo de consumo cuenta con un número determinado de cestas o unidades de consumo, que corresponden con el reparto semanal de productos de la huerta.

El reparto se hace de media una vez a la semana a todos los grupos, en un lugar público (actualmente en la Plaza de Andalucía o Las Setas cuando llueve). Aparte del reparto semanal de la verdura de la huerta, el reparto de esta forma organizado tiene un doble objetivo: establecer un lugar de encuentro entre todos los grupos, favoreciendo el intercambio entre todos; y hacerlo en un lugar público de manera que pueda generar curiosidad en otras personas de la ciudad, y como forma de divulgar nuestro proyecto.


MODO DE ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO

  • La Acequia es un espacio de solidaridad en el que todas las personas aportan y reciben.  El compromiso de la persona que entra en la Acequia es el de corresponsabilizarse, junto a su Grupo de Consumo de los mínimos exigidos, así como asumir todas las tareas organizativas, sociales, económicas y jurídicas  que  se contemple por la Asamblea y por su carta de principios. La Acequia trabaja desde la autonomía personal para lograr el buen funcionamiento colectivo.
  • La persona que entra en la Acequia asume los principios básicos de: apoyo mutuo; cooperación; amor a las plantas y a la tierra; la no explotación de las personas; no al uso de agrotóxicos ni transgénicos; rescate de semillas tradicionales; difusión y apuesta por la agroecología, utilización de sistemas alternativos de relaciones económicas, refuerzo de la soberanía alimentaria de los pueblos, consumo responsable, crítico y solidario, potenciación de las relaciones sociales y humanas, fortalecer redes de producción local, establecer redes entre organizaciones afines, conocimiento de experiencias agroecológicas, ganaderas, medioambientales y asociativas en general, etc.
  • Los  grupos son responsables de la  autoorganización de las cestas que tengan asignadas, pero están obligados de informar de las bajas-altas de cara a que la persona/s que entren asuman y firmen la carta de principios. Habrá una lista de reserva general para cuando un Grupo no pueda hacer frente a la situación de baja de una cesta. Dicha cesta se pondrá a disposición de la Asamblea, y será ésta quien asigne la cesta a la persona de la lista que corresponda, y lo hará en la siguiente Asamblea. Si la lista de reserva general estuviera agotada, cada Grupo asumirá la situación hasta que pueda resolverse.
  • Las  nuevas personas integrantes de La Acequia se responsabilizarán de leer detenidamente la Carta de Principios  y demás documentos afines del colectivo debiendo preguntar todas las dudas que tengan antes de firmar su alta.
  • Por  incumplimiento grave de los acuerdos pactados en Asamblea así como de los compromisos establecidos en esta Carta de Principios se podrá perder la condición de integrante del colectivo si se aprueba en Asamblea. El grupo infractor podrá estar presente en esta Asamblea, con voz pero sin voto.
  • Se acordará por escrito entre las personas propietarias de las tierras y el colectivo de La Acequia el uso y disfrute de los terrenos donde se establezcan las huertas.
  • Es responsabilidad y obligación de los Grupos de La Acequia, la  asistencia a las  asambleas y en el caso de no asistir se asumirán las decisiones tomadas y reflejadas en el acta correspondiente.  Los grupos se habrán reunido previamente y habrán debatido los temas a tratar en la asamblea. Las  personas representantes de los grupos deberán asistir a la Asamblea con puntualidad, por respeto a las demás asistentes
  • Se establecerá una red de emergencia con una persona responsable en cada uno de los grupos de consumo que servirá para transmitir información de carácter urgente. La persona encargada en cada grupo debe pasar la información a la siguiente responsable de otro grupo de consumo en una lista previamente acordada así como poner los medios para que todos los integrantes de su grupo queden informados.
  • Los compromisos adquiridos por distintos Grupos deben cumplirse en el tiempo acordado.
  • Los  grupos han de  acudir al reparto de las cestas.  En caso de no poder acudir, deberá delegar en otras personas esta tarea.  En caso de no delegar, se repartirá el contenido de la cesta. En cualquier caso, esto  nunca será responsabilidad de las trabajadoras. Se informará, con antelación, del día y de los grupos que reciben las cestas utilizando si es necesario la red de emergencia en el caso de fenómenos meteorológicos adversos o cualquier otro imprevisto.
  • Los grupos deberán asumir las  funciones rotatorias propias de la Acequia, a saber:
  1. Toma de acta de las Asambleas, durante dos meses. Junto con las actas, irán los cuadrantes de la asignación de todas las tareas.
  2. Dinamización de las Asambleas, durante un mes, debiendo encargarse de reservar la sala para la reunión, llevar trabajado el orden del día y la síntesis de los acuerdos tomados en la Asamblea anterior, procurar la temporalización  para cada punto y emplear fórmulas de dinamización (papelógrafo, etc).
  3. Tesorería, durante 1 año, debiendo cada mes previamente  a la asamblea mandar un informe actualizado de los ingresos y gastos.
  4. Gestión administrativa de las contrataciones (seguridad social, IRPF, etc)
  5. Apoyo al reparto semanal, será rotatorio por semanas
  6. Furgo, seguros, itvs, impuestos de circulación, busqueda de piezas de recambio.

    El no cumplimiento del turno de los anteriores compromisos no exime a los grupos de estos trabajos debiendo dar explicaciones a la Asamblea de su no realización o demora y determinando cuando lo harán.

  • Los grupos tienen el deber y el derecho de participar en la planificación y seguimiento de los cultivos
  • Trabajo en la Huerta: Los grupos asumirán el número de horas que les corresponde trabajar en la huerta. Cada grupo rendirá cuentas en la Asamblea Ordinaria de las horas trabajadas.  El no cumplimiento de esta obligación por parte de un grupo conllevará: que el grupo se comprometa, en el mes siguiente, a realizar el doble de trabajo (recuperar las horas no trabajadas); o que asuma una tarea específica a realizar (tarea compensatoria), que repercuta en el bien colectivo, para lo que se elaborará de forma abierta una lista de “actividades extras”. Si pasaran 2 meses en los que algún grupo no cumple ni el trabajo voluntario ni las tareas extras asignadas, se tratará en asamblea la baja del grupo de consumo.
  • La cuota mensual por cesta será fijada y revisada en su caso, por la asamblea. El pago de la mensualidad se realizará en la Asamblea Ordinaria. Si pasan 3 mensualidades sin pagar y sin dar ninguna explicación a la Asamblea, se tratará en Asamblea la baja del grupo de consumo. Casos particulares de imposibilidad de pago de la cuota, se estudiarán por la asamblea, viéndose posibilidades de compensación.
  • El  Acta deberá ser enviada  en la semana posterior a la Asamblea. En cada asamblea se debe ratificar el acta de la anterior para que todas recordemos los compromisos adquiridos y las decisiones tomadas o no. Se establecerán criterios para homogeneizar la forma de tomar el acta sabiendo en todo momento de cada asamblea lo que se incluye o no en el acta. Ejemplo:  Tenemos  fijado azul para consensos, verde para decisiones que impliquen un trabajo o tarea pendiente, rojo para temas a debatir. En dicha acta aparecerá el orden del día y el nombre de las personas representantes de los grupos así como del resto de asistentes.
  • Se apuesta por el consenso para la toma de decisiones.

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  • Por regla general se celebrará una asamblea ordinaria el primer miércoles de cada mes. Será posible realizar más asambleas y de distinto tipo, es decir, de reflexión, cuando sea necesario, y otras de decisión. Para temas urgentes se podrá decidir  acortar la periodicidad, cada 15 días.
  • Las asambleas tendrán un carácter abierto; sin embargo para llevar el posicionamiento de cada grupo de consumo y para la toma de decisiones  se acotará la palabra a dos personas máximo por grupo.
  • Se potenciará la búsqueda de  productos ecológicos  complementarios (aquellos que no produzcamos directamente y sea necesaria su compra a otra organización o persona) para La Acequia en aras a incrementar un mayor consumo de los mismos en nuestra dieta diaria, buscando el apoyo de nuevas iniciativas que estén empezando, de proximidad, sin entrar en competencia con otros proyectos de Córdoba relacionados.
  • Se considera fundamental para nuestro sistema organizativo que se inserte el tema de la toma de decisiones, cuándo se tiene que volver a los grupos la decisión y cuándo es prescindible siendo la propia Asamblea la que tome la decisión para agilizar. Así como un sistema articulado de comunicación interna que posibilite la transmisión de toda la información necesaria para la toma de decisiones Se propone que los acuerdos del próximo taller de toma de decisiones se viertan a la Carta de Principios.
Los principios no serán inamovibles y podrán ser modificados según la propia dinámica de la Acequia.

Córdoba, 25 de mayo de 2007